martes, 15 de mayo de 2012

El Tercer Mundo a 15 km de la puerta del Sol


    15 kilómetros marcan la distancia entre la exclusión y la inclusión. El gallinero es un asentamiento chabolista perteneciente al distrito de Villa de Vallecas y a Valdemingomez, donde conviven aproximadamente unas 800 personas de etnia gitano rumana, en su mayoría menores. La titularidad de este espacio es privada y pertenece a  la Junta de Compensación del Plan de Desarrollo del nuevo barrio de Valdecarros. Este es el principal argumento que el Ayuntamiento de Madrid utiliza para no intervenir dotándolo de los servicios públicos básicos.

Existe una diversidad de problemas espaciales, urbanísticos y de vivienda, sociales, sanitarios, educativos, formativos…que afectan a las condiciones de vida de los habitantes. Por si esto fuera poco, la falta de servicios e infraestructuras básicas da pie a que sean frecuentes los incendios en las chabolas y que en momentos de fuertes lluvias o de calor intenso se produzcan verdaderos problemas de salubridad. Asimismo, conviven con ratas que muerden a bebés mientras duermen en sus cunas, atacan a los niños mientras juegan, se cuelan en las casas y corretean a sus anchas entre sus habitantes.

La imagen que se tiene de este poblado es la de un asentamiento ilegal más, peligroso, sostenido por el dinero que da el tráfico de drogas. Sin embargo, más allá de este perfil que nos brindan habitualmente los medios de comunicación, nos olvidamos de que lo más importante son las condiciones en las que viven estas personas, en especial los menores, que ni siquiera están escolarizados. Frente a esta situación es habitual ver como políticos y autoridades importantes visitan “El gallinero” prometiendo una mejora que nunca llega, pero que sirve para fines propagandísticos. ¿Es posible que tras ver esto, puedan dormir tranquilos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario